Con el fugaz ascenso de Morena a todos los puestos de poder en el país y con el peso de sostener su principal promesa “no ser como otros gobiernos”, parece que solitos terminarán haciendo el trabajo de la oposición.
Y es que con la desaparición de los poderes en estados panistas, principal contrincante de la 4T, en los estados de Tamaulipas y Guanajuato varios senadores no simpatizantes afirman que Morena podría estar iniciando una campaña de desprestigio para sí mismo.
Con el pretexto de los altos niveles de violencia e inseguridad que han registrado ambas entidades, los morenistas pretenden interferir en la política interna de los estados, sin embargo, si se siguieran los mismos parámetros para “juzgar” a los gobiernos de Morena ninguno de ellos saldría bien librado.
Por supuesto que se les olvida que el estado de Veracruz, gobernado por Cuitláhuac García, se mantiene en el top 5 de los estados con mayores índices de violencia en el país y, siguiendo su propia lógica, también debería intervenir el Poder Legislativo para parar el desastre que se vive en el puerto.