Tras el derrume suscitado en Plaza Artz Pedregal el pasado 12 de julio, los estudios de peritaje revelaron que la causa fue un erróneo cálculo estructural.
Los cálculos del techo volado que se vino abajo estuvieron bajo la responsabilidad de la constructora Vargas de la Rosa, misma que, por órdenes de la Jefatura de Gobierno, debió contratar los servicios del Instituto de Ingeniería de la UNAM y las firmas Wiss Janney & Elsnter y Ortiz S.C. para realizar los estudios correspondientes.
Las tres instituciones coincidieron en que fue un error de cálculo estructural por parte de la empresa antes señalada, destacó la principal inmobiliaria al frente de la obra: Grupo Sordo Madaleno, misma que justificó que de su parte fueron cumplidas todas las normativas de construcción, incluida la contratación de supervisión de obra y corresponsable estructural.