Pese a ser señaladas por corrupción, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador insiste en seguir adquiriendo medicamentos a farmacéuticas “chuecas”.
En lo que va del gobierno de la Cuarta Transformación, se han otorgado mil 581 contratos a Laboratorios Pisa por un monto de 9 mil 444 millones de pesos, de acuerdo con la plataforma sobre contrataciones públicas Quién es Quién.
Lo ridículo aquí, es que el titular del Ejecutivo ha señalado a estos grupos farmacéuticos, -entre ellas Pisa- de ostentar un monopolio en Gobiernos anteriores, que representaba 100 mil millones de pesos anuales a través de prácticas de corrupción; sin embargo, el gobierno en turno mantiene dichas prácticas.
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Entre esas contrataciones está la adjudicación directa E298 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyos resultados se presentaron el pasado martes, en la cual se destaca que la mayoría de las compras de medicinas son a través de un tercero, pero los laboratorios de donde provienen las medicinas son los mismos acusados por el Gobierno de la cuarta transformación de corrupción.
Por ejemplo, a Hisa Farmacéutica le compraron 24 mil 927 piezas de ciprofloxacino por 108 mil 601 pesos, pero el fabricante es Laboratorios Solfran, ligada a Carlos Lomelí, extitular de Programas de Bienestar en Jalisco.
Dicho laboratorio fue inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública (SFP) por la supuesta entrega de información falsa para ganar una licitación; sin embargo, en marzo pasado, la sanción fue cancelada por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa.
Con información de 24 HRS
SG
