Demócratas apuestan por la opción moderada

A dos semanas de la Convención del Partido Demócrata, donde se ungirá al candidato que representará a ese partido en las elecciones generales de noviembre, Bernie Sanders se adelantó y puso fin al suspenso. El senador reconoció la victoria de Hillary Clinton y le ofreció su respaldo. Con ello, el panorama electoral en Estados Unidos se reduce a dos presidenciables: Clinton y Donald Trump. Pero, ¿cómo queda el panorama para los demócratas con el triunfo de Clinton?

La postulación de Clinton simboliza la toma de una posición más moderada y cautelosa por parte del Partido Demócrata. A lo largo de su campaña, Clinton se mostró como una candidata más pragmática y realista. La posición de la ex primera dama respecto a temas como regulación de impuestos, seguridad social, educación y política exterior resultaron ser más efectivas que las de Sanders, quien incluso llegó a ser etiquetado como “socialista”.

Los demócratas identificaron los peligros de abrir demasiado la brecha ideológica en relación con sus rivales y apostaron por una posición de “centro-izquierda” en lugar de polarizar al electorado en enfrentando a Sanders -ubicado más a la izquierda en la escala ideológica- con Trump.

Sin embargo, ello no quiere decir que Sanders deje de jugar un papel importante para los demócratas. La ceremonia en que el senador dio el espaldarazo a Clinton se llevó a cabo en New Hampshire, estado en que Sanders derrotó en las elecciones primarias a la ahora candidata. Clinton y los demócratas saben que deben mantener a Sanders cerca de su campaña si quieren adjudicarse los votos de sus simpatizantes y evitar que una parte del electorado ponga la mirada en Trump. Por lo pronto, parece que la perspectiva de evitar la llegada de Trump a la Casa Blanca mantiene unido al Partido Demócrata.