Después de su toma de protesta como candidata del Partido Encuentro Social (PES), la aspirante de la coalición “Juntos haremos historia”, Claudia Sheinbaum, se dijo dispuesta a asistir a debates, tanto los organizados por la autoridad electoral, como también en medios de comunicación:
“¡Claro!, tanto los que indique el Instituto Electoral como de a algunos que nos inviten los medios de comunicación, vamos a programarlos, todo es cuestión de planeación, no al aventón. Estamos organizando la campaña, pero evidentemente no podemos dedicarla sólo a debates”
Esta es una respuesta muy atípica en Morena, ya que en días pasados, el propio Andrés Manuel López Obrador, indicó que sólo asistirá a los debates que organice el Instituto Nacional Electoral, fallando a su propuesta de hace 6 años en la que él mismo pedía la realización de al menos 12 debates.
Ahora, la timorata actitud de López Obrador contrasta radicalmente con lo que dijo Sheinbaum:
“Con orden, se pueden llevar a cabo los debates, pero, insisto, no podemos dedicarnos nada más a ellos, pues tenemos que recorrer la ciudad para convencer a las y los habitantes de ella, de nuestro proyecto”, destacó
Sheinbaum ha tomado un riesgo al aceptar la confrontación de ideas contra sus contrincantes, ya que al menos tres de ellos se enfocarán en atacarla, principalmente el abanderado del PRI Mikel Arriola que ya ha procedido de manera legal contra en ella.
También debatirá con Purificación Carpinteyro de Nueva Alianza, que asegura que Sheinbaum no expondrá ideas propias, sino las que le dicte “su patrón” AMLO a pesar de ser una mujer brillante;
Asimismo, se dará una confrontación con Alejandra Barrales de “Por la Ciudad de México al frente”, que –se prevé– se dará mediante una guerra de acusaciones mutuas.
A pesar de que sus contrincantes arremeterán contra ella, la académica no se “rajó”. Sheinbaum toma un riesgo para acrecentar su ventaja, aunque salir mal para de los debates, también podría disminuirla.
Al final, Claudia salió más entrona que “Ya sabes quién”.
