En días pasados, el secretario de Educación Pública –Aurelio Nuño–, y el presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Juan Díaz de la Torre, acordaron mantener el pago a los maestros inscritos al programa Carrera Magisterial
Es decir que los maestros afiliados al SNTE son buenos oportunistas y saben que, en medio del río revuelto, es posible sacar grandes tajadas de dinero. De acuerdo con estimaciones de la prensa, este pago representaría casi 54 mil 855 millones de pesos extra.
El presupuesto que invertirá la SEP en dichos pagos es dos veces mayor que el invertido en el programa Escuelas de Calidad; 20 por ciento más alto que lo utilizado para el Programa Nacional de Becas e incluso es mayor que el presupuesto ejercido en el programa Escuelas al 100.
Dicen los enterados que el aumento a Carrera Magisterial equivale a un 3.5 por ciento más –unos dos mil millones de pesos– que los pagos del año pasado, cuando se utilizaron 53 mil millones de pesos para pagarle a 843 mil 624 docentes adscritos.
Por eso preguntamos, ¿cuánto dinero más va a costar el “saludo” y la “cortesía” entre el SNTE y la SEP?
Si Aurelio Nuño aceptó mantener el programa que sólo sirve para saquear los fondos de la secretaría, ¿qué impedirá que acepte la derogación de la Reforma Educativa? ¿Cuánto podría costar esa decisión?
Por lo pronto, ya aceptó que el INEE cooparticipe en la modificación de instrumentos para la evaluación docente, pero ¿cuánto va a costar esto?
Además, la SEP aceptó la actualización de los maestros, ¿y eso cuánto va a costar?
Finalmente se aceptó Modificar –o incrementar– otras posibilidades de evaluación, ¿esto cuánto va a costar?
Más importante, ¿quién lo va a pagar?
