Durante la conferencia ‘mañanera’ de este lunes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el sistema de salud mexicano no se está empezando a colapsar a causa del brote de COVID-19.
Cabe recordar que la Secretaría de Salud (SSa) federal informó que en el Valle de México solo quedan 77 camas de terapia intensiva disponibles, algo que no es buena señal, porque todavía no se entra a la fase crítica de la pandemia en nuestro país.
“No hay problema de rebase, eso lo dio a conocer un periódico ayer, que ya ni caso tiene mencionar su nombre, es preferible olvidar, pero hay infraestructura, hemos estado trabajando en eso a pesar de que dejaron en el suelo el sistema de salud.
“No tenemos problema, afortunadamente tenemos las camas de hospitales que se necesitan”, dijo.
Lamentablemente, lo expresado por el tabasqueño no empata con la realidad, porque desde que se comenzó a propagar la nueva cepa, en un gran número de clínicas han denunciado lo contrario. Al grado que se han presentado contagios masivos en algunas clínicas de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), como en Monclova, Coahuila y en Tlanepantla, Estado de México.
Personal de salud se ha manifestado por carencias
Médicos y enfermeras, de diversas partes de la República mexicana, no están de acuerdo con lo que han declarado las autoridades sanitarias sobre que el sector no está rebasado por la pandemia.
En ese sentido han salido a las calles para manifestar su inconformidad.
El pasado 23 de marzo se registró una de las primeras protestas de personal de IMSS, esto en la Ciudad de México. Situación similar ocurrió en Veracruz, ya que no contaban con los insumos necesarios para atender a los pacientes, ni siquiera filtros sanitarias.
Para el 28 de marzo, trabajadores de la salud del Centro Médico Lic. Adolfo López Mateos, en Toluca, también salieron a las calles, pues desde febrero no tenían a su disposición guantes, gel antibacterial y cubrebocas N-95.
Las manifestaciones no pararon ahí, pues el 3 de abril, médicos del IMSS en Cuautla, Morelos, bloquearon parcialmente la avenida Reforma, frente al hospital general, con el objetivo de exigir condiciones de prevención para afrontar la emergencia sanitaria.
Mientras que el 13 de abril, médicos y enfermeras del Hospital Regional 1 de Octubre del ISSSTE, ubicado en la capital, se vieron en la necesidad de tomar las calles, ya que en dicho nosocomio no contaban con el material necesario para protegerse.
Puebla no ha estado exento de este tipo de cosas, ya que el 15 de abril, paramédicos, enfermeras, camilleros y médicos del hospital “Manuel Ávila Camacho” del IMSS llegaron a los golpes, tras solicitar a las autoridades insumos y artículos de protección.
Un día después, trabajadores del Hospital Balbuena, Ciudad de México, protestaron por el mismo motivo, falta de equipo para atender a personas infectadas con coronavirus.
Estos solo son algunos casos que desmienten a AMLO, pues el sector salud se ha visto rebasado desde que la propagación del COVID-19 comenzó a extenderse.
Con información de La Silla Rota
