La organización Nariz Roja AC realiza desde hace varios días una colecta entre la población para juntar cinco millones de pesos que le permitan cubrir las necesidades más urgentes de aproximadamente 500 niños con cáncer de cinco estados de la República.
Los 528 millones de pesos que se van a gastar en una consulta popular absurda e inútil alcanzarían para cubrir 100 veces ese dinero que la organización Nariz Roja necesita y que tras cuatro días de campaña mediática no ha logrado juntar.
El dinero que pretende recolectar la asociación civil solo alcanzaría para cubrir las necesidades urgentes de medicamentos para niños de los estados de Jalisco, Durango, Veracruz, Chihuahua y Oaxaca durante un mes.
¿Cuánto gastan?
Se calcula que, de juntarse esos cinco millones de pesos, se verían beneficiados entre 100 y 120 niños por cada uno de esos estados, mientras que los menores afectados del resto de las entidades seguirían sin atención.
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Ese dinero que tanto trabajo le cuesta a Nariz Roja AC recolectar –ya logró más de la mitad pero aún no llega a la meta— lo tiene 100 veces el INE, pero, obligado por la ley y presionado por el gobierno federal, lo gastará en organizar una consulta para preguntar a la población si quiere que se aplique la ley.
Se gastarán 528 millones de pesos de nuestros impuestos en una consulta que está condenada al fracaso, pues además de que se hará una pregunta muy ambigua, será difícil que acudan a votar al menos 39 millones de personas, para que sea vinculante.
De acuerdo con el dirigente de Nariz Roja AC, Alejandro Barbosa, es mentira que ya se esté regularizando el abasto de medicamentos para niños con cáncer, por lo que la organización se dio a la tarea de buscar donativos para comprar lo que los menores necesitan con urgencia.
Alertó que ante el desabasto a nivel nacional, hay medicamentos que deben ser comprados en el extranjero, muchas veces de dudosa procedencia, pues las indicaciones de las cajitas vienen en turko o en hindú.
Pero el gobierno de la llamada “4-T” es insensible ante esta problemática. Prefiere gastar los recursos en estadios de beisbol y en una consulta “patito” que en cubrir las necesidades más urgentes de los niños con cáncer.
