En conferencia de prensa, el vocero de José Antonio Meade, Javier Lozano, confirmó la operación de lavado de dinero del candidato frentista a la Presidencia, Ricardo Anaya Cortés.
El senador ex panista afirmó que Anaya mintió al afirmar que vendió su nave industrial al arquitecto Juan Carlos Reyes y que el verdadero comprador fue Luis Alberto López, el chofer de su compadre y socio, Manuel Barreiro.
Barreiro aprovechó la ignorancia, lealtad y obediencia de su empleado para darle a firmar los documentos que lo acreditaban como representante legal de la empresa fantasma Manhattan Master Plan Development. Sin embargo, él, conducido por la necesidad, no averiguó el contenido de las hojas que signó.
Pero antes del movimiento culminante con el que Anaya le vendió la propiedad a Barreiro en 54 millones de pesos, la cantidad millonaria pasó por empresas recién constituidas en cinco países diferentes, por lo que Javier Lozano cuestionó: ¿por qué miente Anaya?
El legislador detalló que la operación fue el producto de un pago de favores que comenzó con la venta del terreno ubicado en Querétaro, propiedad del Estadio, ofertado a un precio menor a Manuel Barreiro por el entonces gobernador Francisco Garrido, tiempo en el que Ricardo Anaya fungía como secretario particular de éste.
Lozano también interrogó la incongruencia de Anaya al afirmar que posee el 42 por ciento de la empresa Juni Sierra (una de las involucradas en la operación de lavado), cuando su nombre no aparece en ninguno de los documentos trascendentes.
Reprochó además que Anaya Cortés usara a su propia familia política: a su esposa, a su cuñada, a su suegro, como escudos humanos para esconderse.
El senador deploró que Anaya sea el primer presidenciable en la historia moderna de nuestro país sea señalado abiertamente como beneficiario de una operación de lavado de dinero.
Y concluyó que las pruebas de que estas acusaciones son fehacientes, es que tres de los cinco personajes principales de esta red de triangulación de recursos, han confesado. Mientras que Barreiro se reporta como “ilocalizable” y Anaya lo niega todo.
