Con Ruíz a la cabeza, pelea “viejo PRI” por retomar control del partido

De un lado los neoliberales y del otro los que se asumen como los “verdaderos priistas”. De esta manera el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz hace la intentona de hacerse de la dirigencia nacional del PRI a través de acusaciones y supuestas reflexiones.

A través de una carta que se publicó este martes en diversos medios de comunicación, la “Democracia Interna” que preside Ruiz Ortiz, hizo un llamado para reconformar al Revolucionario Institucional, elegir a su dirigencia de manera democrática sin que existan imposiciones.

De manera directa, el exmandatario estatal culpó al Presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete de ser los principales responsables de la debacle y de abrir el partido a candidatos externos y cerrar, así, los espacios a la militancia.

“De imponer candidaturas a placer, de promover cambios a los documentos del partido que atentaron contra las posibilidades democráticas con el pretexto de hacer más fácil la toma de decisiones, con frivolidad, con prepotencia, auxiliados por una clase política que se prestó a esa humillación a los priistas de todo el país”, se expone en el documento.

El líder de la corriente “Democracia Interna” ve a Peña Nieto y al exdirigente nacional del CEN del PRI, Enrique Ochoa, como los culpables de la peor crisis del partido.

A lo anterior, se suman expresiones de descontento que circulan en varios chats de priistas –dicen los que saben, impulsadas por Ulises Ruiz–, quienes convocan a promover el hashtag #RenunciaALaPluriOchoa, pues culpan al expresidente del tricolor, impulsado por Luis Videgaray y Aurelio Nuño, de la derrota del pasado domingo.

No es un secreto que, la dirigencia de Ochoa Reza fue quizá, la más gris en la historia del PRI, y que las decisiones del coordinador de campaña de José Antonio Meade no fueron las más acertadas, tanto así que tuvo que llegar René Juárez –demasiado tarde– a intentar ponerle remedio al asunto.

Sin embargo, Ulises Ruiz fue parte fundamental de la imagen actual que tiene el PRI ante los mexicanos y no menciona que el viejo sistema de imposición –dedazos– lo colocó en el poder estatal en Oaxaca.

“Oportunamente”, Ruiz sale ahora públicamente a señalar cuando bien pudo hacerlo durante e incluso antes de que Meade Kuribreña fuera elegido como candidato presidencial. ¿Por qué hasta ahora?

En la política no hay coincidencias.

Ulises Ruiz quiere el control. Se olvida de su imagen desgastada, esa que provocó tanto daño al PRI el pasado domingo, junto a gobernadores como César y Javier Duarte, así como Roberto Borge, entre otros.

En 2011, la Secretaría de la Contraloría y Transparencia de Oaxaca, presentó una lista de 32 funcionarios de Ruiz, involucrados en la aplicación irregular de recursos públicos. Don Ulises fue parte de un daño al erario público por 3 mil 687 millones de pesos durante su administración.

El exgobernador de Oaxaca fue parte de cambios legislativos en la entidad, los cuales se hicieron para no investigar y favorecer posibles actos de corrupción. Así es, no hay casualidades.

Ruiz Ortiz no busca el bien del Partido Revolucionario Institucional, va por el control y el poder. Contrario a lo que se buscó con la candidatura de Meade, de mostrar a un PRI “fresco” con la apertura a externos y modernizar al instituto.

Ahora, Ulises Ruiz aprovecha la batalla que se ha iniciado en el PRI: de un lado los neoliberales arropados por Enrique Peña Nieto, y del otro los políticos y militantes que se asumen como los “verdaderos priistas”.