Cómo hemos visto, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue paso a paso el manual del dictador, con el objetivo de acabar con la democracia y perpetuarse en el poder.
Uno de esos pasos consiste en acusar que hay un complot y una conspiración en su contra, un supuesto ataque y sabotaje para desestabilizar a su gobierno.
Con estos pretextos, el mandatario tabasqueño ha logrado militarizar al país para, según él, poner “orden”; cuando en realidad lo que quiere es usar la fuerza del Estado para perseguir y silenciar a sus opositores.
Este tema lo aborda Isidro Cisneros en su columna “La perversa lógica del complot”, en donde expone que la idea de una conspiración ha sido usado con fines políticos no sólo para desviar la atención de una crisis, sino también como un factor para eliminar a las democracias.
Cómo ejemplo expuso el caso de Adolf Hitler, en donde usó el complot como un aliado en su ascenso al poder, y que gracias a ello persiguió a su opositores, eliminó las libertades de su país e impuso su voluntad autoritaria.
“Con sus rivales detenidos, exiliados o asesinados, los nazis ampliaron su control sobre el gobierno y consolidaron su poder, inaugurando la época de los totalitarismos modernos”, expuso.
Con este ejemplo, el columnista hizo una comparación con la 4T, de cómo se usó de tema de sabotaje y conspiración para militarizar al Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y también acusar y atacar a sus adversarios por los pésimos resultados que ha dado su gobierno fallido.
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Con información de La Crónica
MSA
