En una de sus “mañaneras” recientes, el presidente López Obrador rechazó, de manera tajante, que ni él ni su gobierno mantienen relaciones de complicidad con nadie.
La declaración presidencial surgió luego de que se dieron a conocer las pillerías del gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, y su círculo cercano; a quienes en Morelos motejan como “ladrones de cuello político”.
La insinuación de una complicidad de los gobernadores afines a Morena indignó al López quien, irritado, respondió tajante: “Yo no establezco relación de complicidad con nadie…”.
La terca realidad, sin embargo, contradice de nueva cuenta al mentiroso presidente mexicano.
¿Por qué?
Porque lo cierto es que abundan los ejemplos de complicidades nada claras y hasta inconfesables del presidente, sea con políticos, sea con mafiosos y criminales y, ya en el extremo, hasta con presidentes, como Nicolás Maduro y Donald Trump.
¿Lo dudan?
1.- Una de las más escandalosas complicidades –que incluso dio origen a los llamados “video-escándalos”–, se produjo entre López Obrador y no pocos políticos y hombres de empresa que financiaron a Obrador desde los inicios de su activismo político.
Está a la vista del que quiera verlo, el video de René Bejarano cuando llena bolsas con pacas de dinero, recibido a “nombre de Andrés”. El modus operandi del “moche político” lo conocen no pocos empresarios y políticos que financiaron a AMLO por décadas.
2,- Luego del “crimen de los 43”, quedó claro que grupos criminales y cárteles de la droga también habrían financiado a López Obrador en sus tres candidaturas presidenciales. También están a la vista, del que quiera verlos, los trabajos periodísticos que confirman que “Los Abarca” compraron al PRD y luego a Morena, respectivas candidaturas a alcaldías, como la de Iguala.
3.- Y es que a través de figuras como “los” o “las” recaudadoras, mujeres y hombres de toda la confianza de AMLO, se establecían vínculos con grupos criminales de todo el país, a los que ofrecían impunidad, a cambio de dinero para las campañas políticas del tabasqueño.
El caso emblema es Eva Cadena, conocida como “la recaudadora”, y quien confesó recibir dinero “negro” a cambio de protección a los grupos criminales. La confesión la valió a Eva Cadena repetidas amenazas de muerte y, sobre todo, el silencio a cambio de la vida.
En esa práctica también participaron, entre otras, las señoras Rocío Nahle y Yeidckol Polevnski, a quienes el pago por sus lealtades es público y en especie, a través de jugosos negocios del poder.
4.- En relación estrecha con las anteriores complicidades financieras –la presunta relación con grupos criminales y distintos cárteles–, a lo largo de su campaña electoral, López Obrador prometió que daría amnistía a esos grupos y, fiel a su palabra, cumplió lo prometido.
5.- Para nadie es nuevo que “El Cártel de El Chapo” es uno de los más favorecidos con tal amnistía. Hasta hoy, todos los socios de El Chapo que estaban en prisión, han escapado de manera misteriosa de las cárceles mexicanas, sin que ninguna autoridad pudiera explicar lo ocurrido. La complicidad es más que sospechosa; es grosera.
6.- Pero si aún lo dudan, son emblema de la complicidad del gobierno de AMLO, con El Chapo, la liberación de “El Chapito”; la impune boda de la hija de “El Chapo”, en la Catedral de Culiacán y, sobre todo, el saludo presidencial a la madre de “El Chapo”, el día “del cumple” de “El Chapito”.
7.- Pero el asunto no termina ahí. El pasado fin de semana, una fuente militar, de absoluta seriedad, nos dijo que “El Mencho”, Nemesio Oseguera, jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación, había sido capturado y posiblemente muerto, por efectivos militares.
8.- La versión alcanzó espacios en casi todos los medios, a nivel de rumor, pero ninguna autoridad lo desmintió y menos lo confirmó, de manera clara y contundente.
9.- Ayer lunes, la misma fuente nos dijo que la captura “fue real”, que “si se produjo” pero que, de acuerdo con los protocolos del nuevo gobierno “frente a sus aliados”, lo habrían dejado en libertad, igual que dejaron en libertad a “El Chapito”.
10.- Lo cierto, sin embargo, es que nada sabremos de manera oficial sobre esas complicidades, sobre todo ante un gobierno de mentirosos, en donde el primer mandatario, es el primer mentiroso del país.
Pero las complicidades están a la vista de todos; complicidades con grupos criminales y grupos políticos; complicidades como la contratación de médicos cubanos, que no son el pago por el financiamiento desde Cuba a las actividades políticas de AMLO.
Complicidades que, tarde o temprano, se confirmarán.
Al tiempo.