Colombia: entre el acuerdo con las FARC y el desacuerdo con la sociedad

Este fin de semana, el pueblo colombiano sorprendió al mundo. Encuestadores y analistas daban por hecho la ratificación del pacto que pondría fin a 52 años de guerrilla en Colombia. Muchos incluso aseguraron que el acuerdo de paz era el mejor posible.

Sin embargo, al conocerse los resultados del plebiscito, todos se preguntaron  ¿Por qué los colombianos desaprovecharon la oportunidad de sellar la paz? ¿Por qué rechazar el acuerdo?

Una explicación podría ser que el pueblo colombiano no votó en contra de la paz, pero sí en contra del acuerdo.

En su columna de este martes, Pablo Hiriart menciona algunos motivos por los que, a pesar de que el pueblo colombiano desee la paz, para muchos el acuerdo es inaceptable. Quizá la mayor razón es que, aunque el saldo de la actividad de las FARC en Colombia fue de más de 220 mil muertes; más de 25 mil desapariciones, y más de 27 mil secuestros, el acuerdo establece una amnistía o un castigo mínimo para los guerrilleros. Y peor aún, al convertirse las FARC en partido político, los perpetradores de estos crímenes incluso podrían acceder a cargos de elección popular.

Desde este punto de vista, el “No” puede considerarse más como un grito en contra de la impunidad o a favor de la justicia que como un voto a en contra de la paz o a favor de la guerra.

Entonces, ¿Cómo resolver esta encrucijada?

Por un lado —como opina Hiriart— parece que las FARC deberán poner más de su parte. Pero por otro, ahora que el gobierno consiguió llegar a un acuerdo con la guerrilla, también deberá construir un acuerdo con las fuerzas políticas y —sobre todo— con la sociedad colombiana.

En el plano político, el expresidente Álvaro Uribe —principal promotor del “No”— es el principal obstáculo para la implementación del pacto de paz. Su partido, Centro Democrático, incluso rechazó participar en la reunión entre el gobierno del presidente Santos y las demás fuerzas políticas del país, exigiendo un foro de negociación propio.

Pero sin descuidar el frente del acuerdo político, el principal objetivo del gobierno debe ser reconciliarse con la sociedad colombiana.. Fue el pueblo el que votó por el “No”, y si el presidente Santos quiere vestir el acuerdo con un manto democrático —como trató de hacerlo, aun sin que fuera legalmente necesario—, es con el pueblo con quien debe construir el principal acuerdo. Y todo indica que la reconciliación del gobierno con el pueblo debe pasar por la construcción de un acuerdo de paz que de verdad castigue los crímenes de las FARC.