De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), efectivos de la Secretaría de Marina (Semar) detuvieron de manera arbitraria a cuatro personas en Puebla, mismas que después desaparecieron, infligieron tratos crueles y ejecutaron.
Además, la CNDH señaló que tales hechos ocurrieron entre febrero y marzo de 2019. Sí, primer año de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
Con base en el testimonio de las familiares de las víctimas, éstas se encontraban empacando zacate en un terreno de Guadalupito de Dalías, municipio de Tlahuapan, esto, el 28 de febrero del año pasado, cuando momentos después arribaron los marinos en tres camionetas.
El órgano autónomo también detalló que las víctimas se encontraban cerca de un predio de Pemex, a causa de ello los efectivos los detuvieron, desnudaron y obligaron a acostarse bocabajo, para después golpearlos con palas que había en el lugar.
Sin embargo, cuando los marinos se dieron cuenta que eran observados por algunos pobladores, optaron por llevarse a las personas agredidas.
Ante esta situación, los allegados de los hombres decidieron buscarlos ese día y el siguiente en distintas agencias del Ministerio Público de la entidad y de la Fiscalía General de la República (FGR), pero no los localizaron.
No obstante, el 1 de marzo, los cuerpos de los cuatro individuos fueron localizados en el cerro El Águila, que se ubica en los límites de Puebla y Tlaxcala.
“Los agentes navales detuvieron a las cuatro personas de manera arbitraria e ilegal, omitieron elaborar el parte informativo correspondiente por la detención de las mismas, a quienes trasladaron a un lugar boscoso”, reza la Recomendación por Violaciones Graves 37VG/2020, que emitió la institución presidida por Rosario Piedra Ibarra.
Asimismo, “infligieron malos tratos a tres de los agraviados durante su detención y uso excesivo de la fuerza en agravio de otra víctima, para después privarlos de la vida”, agregó.
Esto debería ser un escándalo nacional, porque el gobierno de López Obrador no deja de otorgar nuevas atribuciones al Ejército. Sin embargo, los efectivos continúan incurriendo en graves violaciones a los derechos humanos.
Con información de Reforma
JZ
