Los encargados de la Secretaría de Hacienda salieron muy vivos, pues en lugar clasificar los 27 mil millones de pesos del programa de créditos a la palabra como subsidios o colocaciones de la banca de desarrollo, la dependencia los consideró “inversión pública”, según México Evalúa.
Dicha acción —por cierto, irregular— provocó que en el primer semestre la Inversión en Asuntos Económicos Comerciales y Laborales, en general, se incrementara 20 por ciento más que en 2019, pues sumó 28 mil 248 millones de pesos.
No obstante, de dicha cantidad 27 mil millones son parte del programa Apoyo Financiero para Microempresas Familiares, que son los famosos ‘créditos bajo palabra’ de la Secretaría de Economía.
“Es totalmente equivocado, hay definiciones contables de la inversión física y se tiene que agregar además algo físico, se tiene que generar infraestructura; esos créditos no generarán infraestructura y mucho menos del Gobierno”, explicó Mariana Campos, coordinadora del Programa Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa.
Cabe recordar que dicho programa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador consistía en prestar 25 mil pesos a empresas familiares, y después se amplio a negocios afectados por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, no entran el el rubro de infraestructura, advirtió Campos.
En una acción totalmente descarada, durante su informe trimestral, la institución dirigida por Arturo Herrera presumió que la inversión física creció en el primer semestre 16 por ciento anual; pero si se descartan los 27 mil millones mal contabilizados, el alza únicamente es de seis por ciento.
En definitiva, dentro de esta “Cuarta Transformación” no se puede creer en las instituciones federales.
Con información de Zócalo
JZ