“Nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Por ello, exhortó a todos los países a dar prioridad a la reapertura de sus escuelas en cuanto tengan controlada la transmisión del virus del covid-19, advirtiendo que los cierres prolongados plantean gran riesgo en la educación de las nuevas generaciones.
El secretario general de la ONU, António Guterres, recordó que el cierre de escuelas debido a la pandemia de COVID-19 ha afectado a cerca de 1.600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países, con repercusiones inmediatas y de largo plazo en ámbitos como la nutrición y el matrimonio infantil, así como la igualdad de género.
En una videoconferencia para presentar el documento de políticas sobre la educación y el COVID-19, Guterres sostuvo que éste es un momento definitivo para los niños y jóvenes de todo el mundo.
“Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios”, aseguró.
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Y presentó un informe elaborado por la organización para analizar el impacto del cierre de escuelas y ofrecer recomendaciones a los responsables políticos.
Cabe señalar que de acuerdo la ONU, a mediados de julio las escuelas cerraron en más de 160 países, lo que afecta a más de mil millones de estudiantes, y más de un centenar de naciones aún no anuncia fechas de reapertura.
Si la pandemia persiste, la desigualdad educativa será más evidente en las nuevas generaciones.