Chiguil y Ebrard: condenados por Ackerman, purificados por AMLO

John M. Ackerman tendría que retractarse de muchos de sus dichos ante la serie de purificaciones que ha realizado su jefe, Andrés Manuel López Obrador, quien ha incorporado a Morena a políticos de cuestionable honorabilidad.

En 2016, Ackerman defendió a AMLO en Twitter cuando un un usuario lo vinculó con la tragedia del News Divine. Ackerman aclaró que en ese momento, el jefe de Gobierno era Marcelo Ebrard, a quien tildó de “Irresponsable, represor y corrupto”.

La “mala leche” de mister Ackerman es Marcelo Ebrard, quien siendo aun jefe de gobierno en funciones el 1 de diciembre de 2012, el columnista de “La Jornada” indicó que era igual de represor que Enrique Peña Nieto.

En su columna publicada ella 10 de diciembre de 2012, titulada #1DMX no se olvida, mister Ackerman enumera los hechos de sangre de los procesos electorales de 1988 y 1994, donde trata de justificar los actos de vandalismo al grado de  defender a Uriel Sandoval y Juan Francisco Kuykendall, personas que ocasionaron destrozos y robaron un camión materialista que utilizaron para derribar las vallas de seguridad en las inmediaciones del palacio legislativo.

Ackerman cuestionaba la sumisión del jefe de gobierno saliente, aquí reproducimos la parte concerniente a Marcelo Ebrard:

“La otra buena noticia es que Marcelo Ebrard termina hundiendo toda posibilidad para recibir el apoyo de la izquierda en 2018. Cada vidrio roto el pasado primero de diciembre se debe a una imperdonable falla en la vigilancia de sus policías. Y cada joven detenido injustamente fue un imperdonable agravio a la ciudadanía por parte de su gobierno.

Muchos ya lo sabíamos, pero hoy como nunca queda claro que Ebrard es igual de represor y cínico que Peña Nieto. Si quiere contender por Los Pinos, que lo haga por donde le corresponde: el PRI. #1DMX no se olvida #TodosSomosPresos.”

Aquí dejamos el enlace de “La Jornada” del 10 de diciembre de 2012

http://www.jornada.unam.mx/2012/12/10/opinion/020a2pol