El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, denunció que en 2013 la situación de inseguridad en Michoacán era insostenible, derivada en una guerra civil e ingobernabilidad en más de 35 municipios por la presencia de grupos del crimen organizado que peleaban territorios para la producción y trasiego de drogas.
Aureoles aprovechó también para reprochar la actuación de Alfredo Castillo Cervantes, quien fungió como Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, al decir que “empoderó” a unos criminales, para sacar a otros dentro del territorio del estado, y le dio resultado, pero ahora esos que los han sacado se convirtieron en un dolor de cabeza para el gobierno que él encabeza.
Ante los embajadores de Ecuador, Panamá y el ministro del interior de España, habló del surgimiento de los grupos de “autodefensa” que desnudaron la ineficacia en materia de seguridad del gobierno anterior — Fausto Vallejo, hoy candidato del PES a la alcaldía de Morelia— , pero que al algunos después de convertirse en policías rurales siguieron delinquiendo.
En los hechos el gobierno de Silvano Aureoles no ha podido acabar con los grupúsculos de miembros del crimen organizado que operan en varias regiones, ni disminuir la presencia de grupos criminales alrededor del Puerto Lázaro Cárdenas y la región de Tierra Caliente que limita con Guerrero.
La situación en Michoacán desde la presencia del comisionado Castillo —hoy titular de CONADE— y el gobierno de Aureoles Conejo, no ha variado, mientras tanto Michoacán sigue siendo uno de los estados más violentos del país.
