Los señores Dilma Rousseff –presidenta de Brasil– y Luiz Inacio Lula da Silva –ex presidente carioca–, están al borde del precipicio. ¿Cómo llegaron ahí? Lo resumimos en siete puntos:
- 4 de marzo. El ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue aprehendido por la policía brasileña. Lo acusaron de ser el principal beneficiario de una red de corrupción en Petrobras.
- Lula permaneció seis horas en prisión.
- 16 de marzo. La presidenta Dilma Rousseff anunció que da Silva sería el jefe de su gabinete.
- Tras el anuncio de Dilma, las manifestaciones no se hicieron esperar. Miles de brasileños salieron a las calles –durante la noche del miércoles–, para demostrar su inconformidad con el nombramiento
- A pesar de las protestas, el ex mandatario asumió el cargo de ministro. Durante la ceremonia de investidura, algún infiltrado gritó “¡Vergüenza!” al tiempo que Dilma Rousseff señalaba: “Es un orgullo para mí traer a este gobierno al mayor líder político de este país”.
- Alrededor de una hora después del nombramiento, se filtró una conversación entre Lula y Dilma. En el audio se confirma que la mandataria intentaba ayudar a su mentor.
- Un juez suspendió el nombramiento de Lula da Silva como ministro por medio de una medida cautelar de aplicación inmediata que se decidió ante el riesgo de que el cargo