“Hola presidente López Obrador, soy Benito y estoy muriendo congelado. Mi saliva se está congelando y yo estoy agonizando y muriendo por el frío extremo. Si no me ayudan, moriré”.
Ese fue el mensaje que posteó en sus redes sociales la campaña Salvemos a Benito. Se trata de una iniciativa para proteger a una jirafa macho de tres años que se encuentra en un parque de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México.
Benito llegó al Parque Central de la ciudad en mayo del año pasado. Un mes después, activistas en defensa de los animales denunciaron las malas condiciones en las que vivía Benito. La jirafa se mantenía con la cabeza agachada, bajo una pequeña techumbre circular que no sirvió para protegerlo de las torrenciales lluvias y el granizo. La situación se puso peor con la llegada del invierno.
El frío ha provocado nevadas y temperaturas bajo cero en Ciudad Juárez. En redes sociales se han compartido videos de Benito soportando el frío, mientras lame los postes y paredes que encuentra en el área descampada donde vive.
Por ello, en cientos de internautas, activistas y ciudadanos han exigido a las autoridades rescatar a Benito. El mensaje llegó hasta el mandatario tabasqueño, quien se ofreció a atender la situación.
Africam Safari, un parque de conservación con un clima más cálido y mejores condiciones para la vida de una jirafa, aceptó la llegada de Benito, pero el traslado no ha sido posible debido a trabas burocráticas. Sin embargo, el caso de Benito puso sobre la mesa el tema del maltrato animal en el país.
Cuál es la situación de los animales en México
En 31 de los 32 estados del país existen leyes para proteger a los animales. El maltrato animal puede derivar en multas o penas en prisión, aunque solo se castiga el 0.01% de los casos, de acuerdo con datos del Senado mexicano.
Se calcula que en el país casi el 70% de los hogares tienen una mascota, lo que significa un total de 80 millones de animales domésticos en todo el territorio nacional. Más de la mitad son perros, casi una cuarta parte son gatos y la otra se compone de mascotas pequeñas como iguanas, hámsteres y aves. El mismo Senado de la República reconoce que siete de cada 10 mascotas sufren algún tipo de maltrato.
Es común ver en redes denuncias ciudadanas donde se muestran a perros famélicos, llenos de pulgas o padeciendo las inclemencias del tiempo en azoteas de casas. Tan solo el año pasado, un hombre del Estado de México fue sentenciado a más de cinco años en prisión por arrojar a un perrito llamado Scooby a un cazo de aceite hirviendo. Las redes se incendiaron cuando se enteraron que el hombre podía apelar a libertad condicional por tratarse de un delito no grave.
Las leyes federales utilizan los conceptos de “bienestar animal” y “trato digno y respetuoso a los animales”. Mientras que en las leyes locales se reconocen a los animales como “seres sintientes”, para promover un trato benevolente hacia ellos.
¿Pero si hay leyes que los protegen, porque continúa el maltrato animal?
“El problema es que estas leyes no siempre se cumplen debido a cuestiones como la ausencia de denuncias, la falta de capacitación y de recursos de las instituciones encargadas de procurar el bienestar animal, así como la dispersión de atribuciones entre los niveles de gobierno”, señala un estudio del Senado.
El optimismo podría aumentar con las cifras dadas a conocer por la empresa Allianz Partners, las cuales indican que en los últimos tres años cada vez más mexicanos cuentan con un esquema de protección para su mascota. En 2020 solo el 2.2% contaba con ello, en 2023 la cifra aumentó a 6%.
Es un avance significativo pero no suficiente si lo comparamos con el promedio mundial, donde 14% de la población cuenta con un seguro para sus mascotas.
Con información de es.wired.com
MSA
