Tal y como lo ordenó el presidente Andrés Manuel López Obrador, las obras en Tabasco de la refinería de Dos Bocas continúan su curso, incluso cuando se ha emitido una alerta nacional por el creciente número de contagiados por coronavirus.
No obstante, mil 500 trabajadores del lugar –albañiles, operadores de máquina, gerentes e ingenieros- han continuado con sus actividades sin portar cubrebocas, guantes o respetando la famosa sana distancia, por lo que tanto ellos como sus familias podrían contagiarse de COVID-19 y propagar la enfermedad en su lugar de residencia.
Y es que, el estado en donde nació el mandatario ha registrado la tasa de infectados más alta a nivel nacional respecto a su número de pobladores, motivo por el cual expertos, asociaciones civiles y hasta la iniciativa privada han sugerido al Gobierno Federal frenar la construcción por lo menos durante la cuarentena, petición que fue negada por AMLO.
“Los intelectuales orgánicos recomendaron que ante la crisis se cancelen la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, que se cancele la construcción del Tren Maya, que se cancele la construcción de la refinería y les contesto: ‘¿De qué quieren su nieve?’”, respondió hace varios días en su tradicional mañanera.
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Nosotros le preguntamos a López Obrador: ¿hasta cuándo su narcisismo dejará de poner en riesgo la vida de miles de mexicanos que sólo trabajan para poder llevar comida a sus casas? ¿acaso ellos no son pueblo bueno que merece todo su apoyo?
Con información de Milenio
