Cancelación del aeropuerto costaría 120 mil mdp por multas y demandas

Este lunes funcionarios del Gobierno de Enrique Peña Nieto, informaron que la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto de Ciudad de México, tendría un costo de 120 mil millones de pesos (unos 6 mil 557 millones de dólares).

Lo anterior, luego de las declaraciones del candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien ha dicho que de llegar al poder cancelará la obra emblema del Gobierno —valorada en 13 mil 300 millones de dólares— argumentando que está plagada de corrupción, que sus costos son elevadísimos y que está siendo levantada en un terreno que se hunde.

El portavoz gubernamental, Eduardo Sánchez, advirtió que la cancelación acarreará multas, demandas por daños y perjuicios, la liquidación de miles de empleados y la pérdida de 70 mil puestos de trabajo hacia finales de 2018. “Son números gruesos, nada fuera de la realidad”, dijo.

El director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Federico Patiño, indicó que el aeropuerto arrancaría operaciones en una primera fase en 2020.

“Es uno de los proyectos de infraestructura más estudiados y discutidos del país (…) es una caja de cristal”, agregó Patiño, quien armó que hasta ahora han sido invertidos 40,000 millones de pesos y que hacia fines del año el monto rondaría los 70 mil millones de pesos.

López Obrador ha propuesto durante su campaña frenar esa obra y construir dos nuevas pistas en una terminal militar aledaña a la capital.

Además el candidato presidencial,  sugirió el viernes convocar a un grupo de expertos para evaluar la multimillonaria construcción luego de que muchos sectores reaccionarán en contra de la cancelación del proyecto.

Irónicamente, AMLO ha propuesto la cancelación del nuevo aeropuerto y la construcción de una pista en Santa Lucía para abaratar el costo de la obra, de 250 mil millones de pesos a sólo 50 mil millones. Sin embargo, las estadísticas y los costos por multas y demandas (derivadas del incumplimiento de contratos) demuestran que “lo barato sale caro”.