Desde el comienzo de esta administración se han hecho diversos cambios regulatorios —que han derivado en una “parálisis” administrativa— en la Secretaría de Energía (Sener), que ve cómo todas esas situaciones están perjudicando la competencia en el sector.
Dicha situación fue advertida por la Comisión Federal de Competencia Económica, destacando que el área más afectada es la de expedición de permisos de importación de gasolina, pues eventualmente esto impactaría en los precios que pagan los consumidores.
“Dentro de las cosas que estamos viendo que están inhibiendo la competencia una son las modificaciones regulatorias. Hacer más complicado poder dar un permiso o exigir un nuevo criterio para un permiso de importación o un nuevo criterio para un permiso de expendio.
“Y hay otra cosa que también está inhibiendo la competencia que es la parálisis administrativa, el hecho de que lleven tanto tiempo suspendidos los plazos de la Sener, sin tener noticias de las sobre las cosas que van terminando, si se prorrogan o no”, explicó Alejandra Palacios, titular del organismo, en conferencia virtual.
Palacios también señaló que actualmente hay 82 permisos de importación vigentes, de estos, 23 son a 20 años, y los otros 59 a un año. Sin embargo, de los últimos, 21 ya vencieron y a la fecha no han sido renovados.
Por otro lado, la funcionaria denunció que de momento no es posible tramitar una solicitud para importación de gasolinas en la ventanilla de comercio exterior, ya que dicho papeleo se encuentra suspendido.
“La renovación está frenada y no se sabe si la Sener va a responder o no. Lo más fácil es que se entienda que cualquier permiso que se venza en este periodo, que la Sener tiene periodos suspendidos, que se entiendan como prorrogadas mientras no se reanudan los plazos para llevar a cabo los trámites”, agregó.
Sin embargo, una de las cosas más graves, según Palacios, es que los cambios ejecutados en el sector energético, por parte de la administración de Andrés Manuel López Obrador, inhiben la inversión, la competencia y eso en un futuro cercano afectaría las tarifas y precios que pagan los consumidores del país.
Con todos estos problemas, queda claro que los combustibles no bajarán de precio, como una vez lo prometió López Obrador, todo lo contrario, podrían incrementar aún más.
Con información de Reforma
JZ
