Calderón se autoexilia y Margarita se queda sola

Hace unas horas, se dio a conocer que Felipe Calderón aceptó un empleo en Avangrid, filial estadounidense de la empresa Iberdrola, que se desempeña en el sector energético. Pero la noticia no es el nuevo trabajo en el currículum del expresidente. La verdadera nota es la jugada del Calderón en su intento por colocar a Margarita Zavala como aspirante a la silla presidencial en 2018.

Por extraño que parezca, la lejanía de Calderón fortalecerá la imagen de Zavala. Y es que si la exprimera dama quiere convertirse en la primer presidenta del país, no sólo tiene que luchar contra los estereotipos de género: también debe desmarcarse del estigma que representa la figura de su marido en al menos dos sentidos:

1.- En primer lugar, porque la llamada “Guerra contra el Narcotráfico” –y sus víctimas colaterales–, la devaluación del peso y el aumento de la deuda en el sexenio de Calderón son piedras en el camino de Zavala.

2.- Y en segundo lugar, las sospechas de que Calderón estaría detrás de la plataforma política de su mujer, de que él habría construido la candidatura de Zavala desde Los Pinos entre 2006 y 2012, y de que si Margarita llega a la presidencia, sería él –Calderón– quien mande.

Así, el mensaje del nuevo empleo de Calderón –con el autoexilio a Estados Unidos– es que Margarita Zavala forjará –desde la soledad– su carrera hacia la silla presidencial.

La jugada de la pareja Zavala-Calderón se da en el momento adecuado. A partir de ahora, Zavala cuenta con dos años para modificar la imagen que de ella tienen la prensa y la opinión pública.

El siguiente paso en la carrera de Margarita Zavala será la contienda por la candidatura del PAN, donde –seguramente~ enfrentará a Ricardo Anaya –o a Rafael Moreno Valle– y tendrá que mostrar su capacidad como mujer de la política.