Caen los populismos y regresa la derecha

Algo muy interesante ocurre en el mundo.

En el continente americano, los gobiernos populistas se desmoronan.

Primero cayó Cristina Fernández en Argentina. Después –este fin de semana–, se desplomó el chavismo venezolano.

A su vez, en México, las encuestas recientes ponen al eterno populista, López Obrador, en un acelerado declive.

Y al mismo tiempo –al otro lado del mundo–, se consolidan los partidos de derecha. También este fin de semana, la ultraderecha se convirtió en la mayor fuerza política de Francia.

Pero hay más…

El 25 de octubre, en la elección parlamentaria en Polonia, se consolidó la derecha. De acuerdo con varias encuestas de salida, el partido de centro-derecha PiS (Prawo i Sprawiedliwość, cuya traducción es Ley y Justicia), se llevó 37% de la votación.

El 18 de octubre, Suiza dio la victoria en las elecciones generales a un partido de derecha ultranacionalista: el Partido Popular Suizo o Unión Democrática del Centro (UDC-SVP), el cual logró 29,4% de los votos, y se colocó así como la primera fuerza política del país. El otro partido de la derecha, el Partido Liberal, alcanzó 16.4% de los votos. En suma, la derecha obtuvo el 45.8% de los votos.

El 5 de octubre, en la renovación del congreso portugués, el partido oficial de centro-derecha –el Partido Popular Democrático/Partido Social Demócrata–, logró la mayoría de escaños y obtuvo 38,5% de la votación; sin embargo, perdió la mayoría absoluta que tuvo por 4 años.

El 19 de junio, con una propuesta antiinmigración y antieuropea, la derecha danesa recuperó el poder. El Partido Popular Danés obtuvo 21% de los votos (8% más que las elecciones anteriores), con lo que venció a la izquierda, que había gobernado Dinamarca desde 2011.

Y el 8 de mayo, con David Cameron a la cabeza, la derecha inglesa no sólo mantuvo el control del parlamento, sino que logró la mayoría absoluta. Obtuvo  331 escaños con 36.9% de los votos.

A lo anterior, habría que sumar la presencia de Vladimir Putin en Rusia y la popularidad de Donald Trump en Estados Unidos.

Por donde lo mire, es llamativo que en América Latina se desplomen los populismos –en extremo conservadores–, mientras que en Europa asciendan los bloques de derecha… e incluso de ultraderecha.

Algo muy peculiar ocurre en el planeta.