“La gente no huye de sus hogares porque quiere, la gente huye de sus hogares porque siente que tiene que hacerlo”, así el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, responsabilizó a su propio país por la muerte de un padre y su hija al intentar cruzar el Río Bravo para llegar a Estados Unidos.
El mandatario indicó este domingo en una reunión en San Salvador que los cuerpos de los migrantes fueron devueltos a El Salvador para el entierro.
“Es nuestra culpa”, dijo Bukele. “No hemos podido proporcionar nada. Ni un trabajo decente, ni una escuela decente”.
“Tenemos que concentrarnos en mejorar nuestro país y hacer de nuestro país un lugar donde nadie tenga que emigrar”, dijo el presidente. Añadió que pensaba que la migración “debería ser una opción, no una obligación”.