Contrario a la expectativa, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro no serán un carnaval deportivo.
En entrevista para La Otra Opinión, el Doctor Erasmo Zarazúa explicó que el clima político que vive la nación carioca –a raíz del juicio político en contra de la presidenta Dilma Rousseff–, lastimará el ánimo de la justa olímpica.
Y es que, mientras los brasileños esperan el resolutivo de su Congreso Nacional –que definirá si Dilma es perdonada o investigada–, se llevan a cabo todos los preparativos de los Olímpicos.
Es así que contrario a lo esperado, Zarazúa advierte que difícilmente veremos un Brasil festivo y carnavalezco durante el curso de los juegos.
No obstante, el mal humor no será el único problema que enfrentará la administración de Dilma.
Como probablemente sepa, el gobierno de Brasil solventó todos los gastos de infraestructura, publicidad y logística de los Juego Olímpicos. En consecuencia, la caída en el ánimo olímpico impactará directamente en la imagen del gobierno de Dilma.
Después de todo, al absorber todos los gastos, el gobierno de Brasil pretendía enviar un mensaje de solidez al mundo.
Por ello, en medio de la crisis política y del desánimo colectivo, todo apunta a que los Olímpicos serán uno de los mayores tropiezos en la accidentada administración de Dilma. Y si no, al tiempo.
