La tarde de ayer, jueves, el ex perredista Benjamín Robles se registró como candidato del PT al gobierno de Oaxaca.
Durante el evento, Robles advirtió que si alguien trata de tirar su candidatura, se quedará con las ganas.
Aparentemente, Benjamín Robles sabe de qué habla pues, de manera simultánea, comenzaron a circular versiones de que el partido en que militó durante años, el PRD, buscaría impugnar su postulación.
No sobra recordar que a pesar de los número de Benjamín Robles –quien encabezaba las encuestas–, los perredistas convirtieron en su candidato al diputado con licencia José Antonio Estefan Garfias, el favorito del gobernador Gabino Cué.
Acaso por eso –porque temen un derrota frente a Benjamín Robles–, los amarillos tendrían dos estrategias para echar abajo la postulación del ahora candidato del PT:
La primera. Según el acuerdo de la alianza entre el PRD y el PT en Oaxaca, si alguno de los partidos pretende abandonar el pacto, tendría que haber dado aviso 15 días antes del registro. Es decir, que como la alianza se rompió un par de días antes de que Robles se presentó como el candidato del PT, su postulación sería inválida.
Y la segunda. Como Robles participó en la votación del Consejo del PRD –en que los amarillos eligieron a José Antonio Estefan Garfias–, no podría tomar parte en otro proceso, en otro partido. Cabe recordar que esta cláusula anuló la candidatura a una diputación de Marcelo Ebrard.
Por si la impugnación no basta, resulta que desde ayer también circula un video en donde dicen “desenmascarar” a Benjamín Robles.
Una fuente anónima lo vincula con casos de corrupción y aseguran que en poco tiempo pasó de “oreja de perro” a un viajero frecuente a Las Vegas.
No hay duda, algunos están muy interesados en frustrar la candidatura de Benjamín Robles en Oaxaca, ¿será que el tamaño de la ofensiva contra Robles es igual al del miedo de quienes intentan echar abajo esta candidatura?
