En repetidas ocasiones, muchos han dicho que las candidaturas independientes tienen el potencial para poner en riesgo la ventaja electoral del PRI.
Y luego de la elección de 2011 –en que los candidatos de alianzas entre el PAN y el PRD arrebataron cuatro estados al PRI–, también se dijo que los acuerdos entre azules y amarillos vulneran la predominancia tricolor.
Sin embargo, la dirigencia nacional del PRI parece haber encontrado una vacuna ante estas amenazas.
Resulta que, hace días, el presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, anunció que su partido entregará candidaturas a ciudadanos con las credenciales y las posibilidades de triunfo en los procesos electorales del año que entra.
Es decir, que el PRI tendrá sus propios candidatos independientes.
Lo peculiar, sin embargo, es que estas candidaturas ciudadanas de partido tendrán el apoyo, la estructura, la experiencia y el financiamiento del tricolor.
Es decir, que tendrá la parte buena de las candidaturas independientes y las ventajas de las candidaturas de partido.
Por donde se vea, la dirigencia de Beltrones cometió un gran acierto. Y si no, al tiempo.
