Batres propone que Educación Superior sea obligatoria, pero…

El senador Martí Batres propuso ampliar la obligatoriedad del Estado de impartir educación hasta el nivel superior a los jóvenes que busquen acceder a ese nivel de enseñanza.

En el marco de la primera sesión ordinaria de la LXIV Legislatura del Senado y con el respaldo de todas las bancadas, presentó la iniciativa de reformas al Artículo 3 de la Constitución, que pretende ampliar las oportunidades y espacios educativos a los mexicanos.

“El Estado -federación, estados, Ciudad de México y municipios-, impartirá educación preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior”. Los niveles preescolar,  primaria y secundaria, conforman la educación básica; “ésta, la media superior y superior serán obligatorias”, precisa la iniciativa.

En tribuna, Batres Guadarrama refirió que según datos de la ONU, la cobertura de educación superior de dos países tan distintos como Estados Unidos y Cuba rebasa 80 por ciento, pero en México ha llegado como máximo a 27 por ciento.

Lo anterior, en los hechos y como propuesta “suena bonito”, pero en los hechos, tal vez a Martí Batres se le hubiera ocurrido revisar el nivel educativo de sus compañeros en el recinto legislativo.

Y es que, se tienen contabilizados 16 nuevos senadores cuyo nivel máximo de estudios es Doctorado, mientras que otros cinco no tienen una carrera universitaria.

Concluyeron hasta preparatoria: Ricardo Ahued Bardahuil y Cecilia Margarita Sánchez García, ambos de Morena; así como Ángel García Yáñez (Panal), quien antes de ser senador se desempeñó como diputado local y diputado federal.

Mención aparte merece María Antonia Cárdenas Mariscal, del PES, quien cursó una carrera técnica en taquimecanografía. Mientras que el senador Primo Dothé Mata, no tiene datos sobre su trayectoria académica, y tampoco registró algún tipo de experiencia en la función pública.

Por ello, en definitiva, es significativa y de suma importancia la propuesta de Batres, quien tiene por lo menos cinco compañeros —sin mencionar al 46 por ciento de los inquilinos de San Lázaro— que no cuentan con cédula profesional.