¿Batres para presidente del Senado? ¿Ya olvidaron la “leche” con caca?

El senador electo, Martí Batres, fue propuesto por Morena para presidir la cámara alta durante el periodo 2018-2019, luego de que el otro aspirante, Cristobal Arias, declinara a contender por el puesto.

“Hemos decidido que el presidente de la Mesa Directiva, nuestro candidato a la presidencia de la Mesa Directiva para el año 2018-2019 sea el senador Martí Batres”, declaró el también senador electo Ricardo Monreal, otro de los discípulos de López Obrador y correligionario de Batres.

No obstante, la elección de los morenistas para que los represente en el Senado no se basó en los valores bastión del movimiento del “peje”, ya que con ese historial de corrupción y malos manejos, Martí Batres Guadarrama ha demostrado que carece de “honestidad valiente” y, continuación, recordamos algunos ejemplos:

En 1999, Batres, entonces diputado local del DF, fue investigado por un retorcido programa electorero en el que vendían “leche” a los pobres a precios de ganga a cambio de sus credenciales de elector para poder afiliarlos al PRD y obligarlos a asistir a mítines y marchas.

La leche marca “Betty”, de descubrió que era repartida en envases de un litro, pero con sólo 940 mililitros, y que además, no era leche, pues no poseía los nutrientes de dicho producto lácteo y, por si fuera poco, dicha bebida fraudulenta estaba contaminada con heces fecales, detalle que estalló en un gran escándalo con factura a la reputación del PRD.

En 2011, cuando Batres fungía como Secretario de Desarrollo Social (Sedeso) del GDF, fue denunciado por padres de familia de la delegación Tlalpan por corrupción en la repartición de uniformes y útiles escolares en al menos 20 escuelas de dicha demarcación.

Lo que los padres de familia descubrieron es que Batres repartía camisetas que, se presumía, tenían un costo de 80 pesos, pero al indagar con el fabricante resultó que las prendas valían sólo 19.90 pesos, pues estaban hechas de 50 por ciento algodón y 50 por ciento poliéster.

Otra de las muchas mentiras de Batres que han sido ventiladas, es su presunción de haber sido graduado de la licenciatura en Derecho por la UNAM, sin embargo, un diario de circulación nacional dió a conocer que su cédula profesional fue expedida en 2011 por una universidad patito llamada “Humanitas”.

Hasta 2012, todas las irregularidades hicieron que la cabeza de Batres rodara por el suelo, siendo el verdugo el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, quien lo removió de la Sedeso.

Sin embargo, fue cuestión de pocos meses para que el ahora presidente electo, López Obrador, lo acogiera en su partido, Morena, y hasta lo nombrara presidente del Consejo ejecutivo del movimiento.

Ahora que Morena con tanto orgullo impulsa a Batres para presidir la Mesa Directiva del Senado, ¿es por que ya olvidaron todas sus fechorías?