Austeridad morenista atenta contra dignidad de trabajadores en San Lázaro

Ante el nuevo plan de austeridad la Cámara de Diputados gastó 450 millones de pesos para finiquitar a 2 mil 400 trabajadores que laboraban en el recinto.

El personal que fue dado de baja con la entrada de la nueva Legislatura, y con las nuevas medidas de austeridad implementadas por Morena, podrán ser recontratados, de acuerdo con el Consejo de Administración de la Cámara.

Sin embargo, los integrantes de dicho consejo, firmaron un acuerdo para que todas las personas que sean recontratadas, primero regresen el finiquito que se les pagó; en segundo lugar, deberán aceptar el nuevo contrato con sueldos más bajos y con menos prestaciones.

¿Qué le parecería a usted si su jefe lo despide aunque haya realizado bien su trabajo, y le ofrece recontratarlo, pero con la condición de que le devuelva su finiquito? ¿Qué le parecería si además, el sueldo que le ofrecen es más bajo y le reducen las prestaciones?

Curiosamente, la información es publicación del diario Excélsior, que integra Grupo Imagen. Perteneciente al Grupo Empresarial Ángeles de Olegario Vázquez Aldir –hoy amnistiado por AMLO– hizo lo mismo en 2016 cuando decidió dar por terminadas las transmisiones de Cadena 3 en televisión y Reporte 98.5 en radio.

Mireya González, directora de Recursos Humanos de Grupo Imagen, fue la encargada de notificarles a las más de 250 personas despedidas que tenían que renunciar, recibir su finiquito y regresarlo una vez que los recontrataran. Actualmente, la única de los involucrados que permanece en el medio de comunicación es la propia González, pues no hubo “nuevas contrataciones”.

¿Aceptaría el trato ofrecido por una empresa así o en el caso que nos compete, el de la Cámara baja?

Cabe mencionar que, tras estos ajustes, secretarias, choferes y personal de seguridad se vieron beneficiados con un aumento salarial. Pero, al 70 por ciento restante de los colaboradores que se mantuvieron en sus encargos, se les hizo un nuevo contrato, con nuevas condiciones laborales, con menos prestaciones, sin vales de despensa, gasolina y sin bonos de puntualidad, para adaptarse a las nuevas condiciones de austeridad de San Lázaro.

El finiquito gastó 450 millones de pesos, cerca de los 599 millones el organismo tenía previsto ahorrar durante los meses restantes del año. Y lo que falta.