El presidente Nicolás Maduro lanzó críticas contra la Universidad Central de Venezuela (UCV), una de las principales instituciones educativas de aquél país, por considerar que las autoridades educativas tenían abandonadas y en malas condiciones las instalaciones del campus.
“Estamos supervisando el arreglo de la Universidad Central de Venezuela, estamos recuperando todo, la tenían abandonada. Se había destruido totalmente, parecía el antiguo retén de Catia. La hemos recuperado toda con la profesora Jacqueline Faría, protectora de la UCV”, dijo Maduro.
Maduro estableció un programa de restauración para la universidad, a la que, “haciendo tripas de corazón”, aprobó un presupuesto de 40 millones de dólares, de acuerdo con un comunicado del gobierno venezolano. El 21 de octubre, el presidente de Venezuela, en compañía de su equipo de gobierno, realizó una visita sorpresa a la sede principal de la universidad para verificar el avance de las obras de restauración. Al respecto, el Consejo Universitario de la UCV emitió un comunicado para responder las acusaciones de Maduro y defender la autonomía de su institución.
En primera instancia consideró que la visita de Maduro fue “intempestiva y nocturna”, puesto que “un funcionario de tal investidura debió formalizar la visita y coordinar con las autoridades el propósito de la misma, como lo exige una institución autónoma y demócrata”.
Además, negó la comparación de su institución con el antiguo retén de Catia, un centro penitenciario que estuvo activo en la ciudad de Caracas de 1966 a 1997, puesto que la universidad es “sede del conocimiento y la formación de profesionales, de noble historial y relevancia para el país y el mundo“.
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