Aunque en diversas ocasiones el canciller Marcelo Ebrard aseguró que las políticas migratorias, el envío de cientos de integrantes de la Guardia Nacional a las fronteras mexicanas y el cumplimiento de los caprichos del mandatario Donald Trump no eran acciones que ayudarían a la ratificación del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, la realidad es lo contrario.
Y es que aunque se justificaron todas esas acciones como compromisos entre ambas naciones, la realidad es que cumplir con los requisitos impuestos por los Estados Unidos para aprobar el tratado tampoco ha sido de mucha ayuda pues el Congreso aún tiene dudas sobre su funcionamiento.
Según el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, al incluir la reforma laboral dentro del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 México habría cumplido con la principal exigencia por parte del Gobierno estadounidense, no obstante, se espera que el acuerdo sea analizado hasta los primeros meses del siguiente año.
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“México ha hecho un cambio enorme en su legislación que no es comparable con los esfuerzos de los otros dos países; hemos cumplido con aquello a lo que se comprometió y el tratado ha sido ratificado por el Senado de la República”, detalló.
Finalmente, Ebrard confía en el trabajo de los vecinos del norte pero espera que el proceso se acelere pues con las elecciones presidenciales en puerta se podría ver afectado el compromiso que ya se había firmado a finales del 2018.
