¡Arrancan las campañas!

En teoría las tácticas de los partidos se calibraron a lo largo de la precampaña y la intercampaña, aunque no es necesariamente cierto para todos los casos.

López Obrador busca lucir presidenciable como en una Sala Oval tropicalizada y vestido de negro, mismo lenguaje y modismos. Mensaje: ya ganó pero en el poder seguirá siendo la misma persona. ¿Propuestas? No importa: suena auténtico y canaliza el descontento.

Meade deja el verde, el turquesa y el rojo para un logotipo que transmite desplazamiento acelerado en un fondo blanco. Mensaje: integración y salto al futuro. Además dobló la apuesta usando el combate a la corrupción como bandera.

Anaya inició la precampaña con “palomazos” en ambientes controlados y pláticas al estilo TED… y ahí sigue. Aunque dijo haber roto con Fox y Calderón, tiene a los estrategas del guanajuatense. Sus propuestas son ambiguas en temas centrales como educación y poco comprensibles como el gobierno de coalición.

¿Y Margarita? Después de grabar un spot en una locación que parece librería de viejo de Donceles, parece enfocarse en el ciberespacio. ¿Mensaje? Al parecer tiene que ver con el calderonismo, pero no despierta gran interés.

Próxima parada: primer debate. ¿Lograrán modificar las preferencias? Sigan sintonizados.