Ángel Aguirre; los 43 y otras cuentas pendientes

El exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre no dio la cara sino tres días después del 26 de septiembre de 2014, luego de que se diera a la fuga el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, acusados de ser partícipes en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

El vínculo Aguirre-Abarca, e incluso el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es pieza clave en los hechos de que aquella trágica noche. AMLO apoyó desde la dirigencia del PRD las candidaturas de ambos personajes involucrados, pese a las advertencias que le hicieron al de Macuspana de los nexos criminales que mantenía José Luis Abarca.

Ángel Aguirre tiene un historial político cuestionable, manchado de sangre y crisis.

Su ascenso al gobierno fue posible tras la matanza de Aguas Blancas. A la salida de Rubén Figueroa Alcocer del gobierno estatal, por la masacre de 17 campesinos en Coyuca de Benítez, el 12 de marzo de 1996, Aguirre Rivero –entonces priista– fue designado gobernador sustituto.

Su primera gran crisis como mandatario llegó el 7 de junio de 1998. La matanza de El Charco en Ayutla de los Libres, en donde 11 campesinos fueron acribillados por elementos del Ejército. Años después recibió el respaldo de la Asociación de las Viudas de El Charco, Eustolia Castro y se deslindó del ataque cuando era candidato.

En 2010 buscó la candidatura del PRI a la gubernatura de Guerrero, al no obtenerla renunció al partido y fue nominado por la coalición “Guerrero Nos Une” (PRD, PT y Convergencia). En 2011 ya era mandatario de la entidad.

El 12 de diciembre de 2011 llegó el segundo embate para Ángel Aguirre. Normalistas de Ayotzinapa realizaron un bloqueo ante protestas de aumento de la matrícula escolar. Dos jóvenes murieron por las balas de las fuerzas de seguridad.

En septiembre de 2013, los fenómenos naturales representaron el tercer golpe al exgobernador, pues Ángel Heladio fue acusado de negligencia por no alertar a la población sobre la presencia del huracán Manuel, el cual dejó un saldo de 101 muertos en Guerrero.

Y el 26 de septiembre del siguiente año, llegaría para Ángel Aguirre Rivero, lo que parecería el final de su carrera política: la desaparición de lo 43 normalistas de Ayotzinapa.

Sin embargo, a más de tres años de los hechos, el exgobernador de Guerrero volvió como como si nada, con la intención de postularse como candidato de la mano del extinto Por México al Frente como diputado federal por el distrito 08 de la Costa Chica.

Finalmente, tras los reclamos de la ciudadanía y las presiones, decidió declinar. Hoy, a cuatro años de la trágica noche de Iguala, Aguirre Rivero dice tener la conciencia tranquila.