En su campaña electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó cómo los gobiernos anteriores usaban al Ejército Mexicano en tareas de seguridad y acusó que querían militarizar al país; por lo cual prometió que si ganaba la Presidencia de la República regresaría a los militares a los cuarteles.
Sin embargo, el mandatario tabasqueño se ha apoyado en las Fuerzas Armadas para impulsar sus ocurrencias y sostener a su gobierno fallido, corrupto, autoritario y criminal.
En ese sentido, en los cinco años de su gobierno ha nombrado a generales en puestos claves de su administración y le ha designado a militares tareas y funciones de carácter civil.
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Desde el inicio de su sexenio, en diciembre de 2018, López Obrador ha decidido apoyarse en las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar) y posteriormente, la Guardia Nacional (GN), para concretar varios de sus proyectos insignia y para atender emergencias que han surgido en estos cinco años.
Desde repartir sus programas sociales hasta construir sus megaobras faraónicas
Entre las primeras tareas de los militares estuvo el apoyo al combate al robo de combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex), custodia de pipas, implementación del plan de vigilancia en las fronteras norte y sur para frenar la migración hacia los Estados Unidos, la construcción de cuarteles para la Guardia Nacional, apoyo a los programas sociales Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro y distribución de fertilizantes, así como la vigilancia en la entrega de recursos de programas sociales.
También, Andrés Manuel ha instruido a las Fuerzas Armadas la construcción y administración de tramos del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA), así como el control de puertos y aduanas de todo el país.
A esto se suma la administración del Corredor Interoceánico, a cargo de la Marina, y el apoyo en los Tianguis del Bienestar por parte de la Defensa Nacional.
El pasado martes 14 de noviembre, en Culiacán, Sinaloa, la Sedena hizo entrega simbólica al Banco del Bienestar de 2 mil 749 sucursales que fueron construidas por ingenieros militares.
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Además, a inicios de 2020, con la llegada de la pandemia de coronavirus, el presidente López Obrador encargó al Ejército Mexicano el resguardo y distribución de las vacunas en todo el país y ordenó brindar todo el apoyo necesario para atender la emergencia sanitaria.
Hace unos meses, el Jefe del Ejecutivo federal decretó que el control total del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) pasaría a manos de la Semar.
Pero no es todo. AMLO también le entregó a la Sedena la operación de Mexicana de Aviación, la nueva aerolínea que busca ser inaugurada el 1 de diciembre, justo el día en que el presidente López Obrador cumple cinco años en el cargo.
Para inaugurar la nueva aerolínea militar, el Jefe del Ejecutivo federal ha anunciado que acudirá al AIFA —también construida por ingenieros militares— para abordar un avión de Mexicana de Aviación y aterrizar en el nuevo Aeropuerto Internacional de Tulum, el cual también construye a toda prisa el Ejército.
Con información de El Universal
MSA
