Andrés Manuel López Obrador prometió que México tendría un sistema de salud “mejor que Dinamarca” el cual, según él, garantizaría a todos los mexicanos el acceso a todos los servicios médicos.
Sin embargo, ello no ha ocurrido ya que lo desmanteló, canceló programas que sí servían como el Seguro Popular y dejó a millones de personas sin atención médica, siendo los pobres los más afectados.
A su vez, creó el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que resultó ser un rotundo fracaso, a tal grado que los lacayos de Morena en el Congreso de la Unión aprobaron a finales de abril de este año su extinción y transfirieron todos sus servicios deficientes e inservibles al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para demostrar que los cambios que realizó el mandatario tabasqueño en el sistema de salud fueron un grande y terrible error tenemos dos ejemplos claros:
1.- El pésimo servicio médico que se brindó a los mexicanos durante la pandemia del coronavirus, lo cual provocó que mínimo unas 300 mil personas perdieran la vida por la negligencia criminal de este gobierno.
2.- El terrible desabasto de medicamentos que se ha registrado en múltiples estados y las protestas de médicos quienes denuncian la falta de apoyo.
Para reflexionar sobre este tema tenemos la columna de Verónica Malo Guzmán que se titula “Sacrificaron al sistema de salud”, en donde recordó que la administración de Andrés Manuel recortó el presupuesto al sistema de salud mucho antes de la crisis sanitaria de Covid-19, lo cual provocó se se agudizara su retroceso.
“La población sin seguridad social en nuestro país pasó del 15 al 28% entre 2020 y este año. En paralelo, el presupuesto para atender a la población que sí está cubierta bajó un 7% (esto de acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria a partir de datos del INEGI y de la Secretaría de Salud)”, escribió.
En ese sentido, cuestionó que la creación del Insabi y el nuevo sistema de salud que prometió AMLO partió sin un análisis de presupuesto correcto, y que todo el dinero de nuestros impuestos se invertía en sus megaobras.
“Se trata de personas de carne y hueso, de seres humanos que no reciben la atención médica necesaria, de un sistema que no cuenta con medicinas y tratamientos suficientes y de una situación depauperada para los empleados del sector salud”, añadió.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de El Heraldo de México
MSA
