Por primera vez en lo que va de su precampaña, el aspirante presidencial del PRI, José Antonio Meade marcó agenda, luego de su llamado a partidos, coaliciones y sus contendientes para avanzar en los nombramientos faltantes del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
De esta manera, la Junta de Coordinación Política del Senado, presidida por Ana Lilia Herrera, convocó a los grupos parlamentarios el próximo martes para sacar adelante las leyes secundarias que complementan el SNA en el próximo periodo ordinario de sesiones.
Sin embargo, luego de registrarse como precandidato presidencial del PRD, Ricardo Anaya, rechazó la propuesta de Meade y aseguró que los priistas buscan imponer incondicionales en el tema anticorrupción.
A pesar de que Anaya Cortés ya no funge más como líder partidista, tal parece que ha asumido el rol de jefe de facto no sólo del PAN, sino también del PRD y de Movimiento Ciudadano, institutos cuyas agendas controlará en el marco de las precampañas.
Por ello, las declaraciones del otrora “Joven Maravilla” pueden tomarse como una advertencia de que la coalición Por México al Frente paralizará de nueva cuenta el trabajo legislativo en el próximo periodo ordinario de sesiones.
Ya lo hizo en septiembre pasado. Ricardo Anaya y Fernando Herrera, coordinador parlamentario del PAN en el Senado, dijeron que era de alta prioridad concluir el SNA y definir al fiscal anticorrupción. Pero días después, la fracción del PAN en San Lázaro convocó a la oposición en el Congreso y a las organizaciones sociales a impedir lo que Anaya llamó “imposición” de un “fiscal carnal”. Los trabajos se detuvieron tres días, algo que no ocurría desde 2009.
En octubre de 2017, la Comisión Permanente de Acción Nacional rechazó la destitución del ex titular de la Fepade, Santiago Nieto, quien por cierto, terminó desistiendo en sus reclamos ante su salida de dicha fiscalía, dejando mal parados tanto al Frente como a morenistas.
Ambas crisis en el Congreso, obedecieron a un solo fin: la promoción de Ricardo Anaya de cara a los comicios presidenciales. Tanto el nombramiento del Fiscal General como el proceso de remoción y designación de un nuevo titular de la Fepade fueron “secuestrados” –paralizados– por Anaya, que incluso convirtió los temas en bandera política.
En esta ocasión, “El Cerillo” pretende ir por el mismo rumbo: tomar una “bandera social” y estrategia a base del engaño, pues ya dijo, que todo se trata de una fechoría más del PRI.
Ricardo Anaya va por el secuestro de nombramientos al Sistema Nacional Anticorrupción. No lo dude.
