AMLO se benefició de las instituciones, y ahora es su peor enemigo

Está destruyendo las bases democráticas que tantos años nos costó construir

​​AMLO se benefició de las instituciones, y ahora es su peor enemigo
Foto: bitacoradigital2017.wordpress.com

Entre los berrinches que hizo por el supuesto fraude de 2006, Andrés Manuel López Obrador mandó “al diablo” a las instituciones.

Ahora que está en el poder está cumpliendo su amenaza.

Para ello coloca a fieles lacayos al frente de órganos autónomos para doblegar los a su voluntad autoritaria, cómo es el caso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); o emprende una campaña de odio y de difamación contra quienes se oponen a su gobierno criminal y corrupto, cómo le pasó a Lorenzo Córdova cuando estuvo al frente del Instituto Nacional Electoral (INE).

Asimismo, tenemos el caso del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) que no ha podido sesionar desde el pasado 30 de marzo, esto luego que los lacayos de AMLO en el Senado de la República no han nombrando a los tres comisionados faltantes.

Con estas acciones, López Obrador está destruyendo las bases democráticas que tantos años nos costó construir; y si la sociedad no hace nada para frenar esto padeceremos las consecuencias durante los próximos años.

Así lo expresó Juan Francisco Torres Landa, quién expresó que se tenía que hacer una cruzada para defender nuestras libertades y la de las siguientes generaciones.


En su columna “Al diablo con las instituciones”, recordó cómo nuestro país ha vivido durante siglos con mucha inestabilidad debido a que no había bases institucionales que permitieran sentar las bases para vivir en democracia.

El populismo de los 70’s y el de los 80’s generaron una turbulencia importante que dio como resultado un proceso de reajustes y la demanda legítima de tener una mucho mayor apertura en cuanto a procesos electorales y de contrapesos, misma que a finales de los 90’s permitió lograr reformas y estructuras que desembocaron en la transición democrática en 2000”, escribió.

En ese sentido, expuso que en las últimas décadas se han logrado algunas mejorías.

Así se abrió la posibilidad de que por la vía institucional se dieran alternancias pacíficas, se consolidaran los organismos que dan sentido a elecciones libres, acceso a información pública, competencia económica, manejo de recursos energéticos, evaluaciones educativas”, apuntó.

Sin embargo, todo ello se ve amenazado por los desplantes autoritarios de Andrés Manuel, quién se benefició del régimen democrático e institucional y que ahora lo quiere destruir.

El presidente no quiere otra transición. No quiere proyectos diferentes. No tolera la disidencia. No confía en la ciencia o las mejores prácticas. La única realidad que le parece viable es la que él concibe e imagina todos los días”, señaló.

A continuación puede consultar el texto completo.


Con información de Expansión Política
MSA