Con el objetivo de fortalecer los “valores morales, culturales y espirituales” en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó la Guía Ética para la Transformación de México, la cual es parte del cumplimiento de su compromiso 99.
Como si fuera un chiste de mal gusto, el mandatario López Obrador opta por una “Guía” para hacerle frente a una crisis económica y de salud que mantiene al país estancado y polarizado por su mala administración.
En conferencia, el mandatario destacó que esta guía nació a partir de una “degradación de la vida pública”, por lo que para enfrentar ésta, además de las acciones que mejoren las condiciones materiales, es necesario impulsar los valores y el bienestar del alma.
Anunció que la Guía Ética para la Transformación de México se entregará a 8 millones de adultos mayores para que, de manera voluntaria, éstos la lean, reflexionen los preceptos, transmitan y discutan con sus familias los mismos.
¿Con qué moralidad o ética viene hablarnos el titular del Ejecutivo? Cuando su gobierno es el principal culpable de las más de 100 mil muertes por COVID, mismas que se pudieron evitar con un plan efectivo por parte del sector Salud.
¿Con qué cara nos viene hablar de que está erradicando la corrupción? Cuando desde las grandes esferas políticas y familiares se cometen actos ilícitos, sí, como el de su hermano Pío, que justamente ayer el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), rechazo el video como prueba para investigarlo, en el cual se aprecia recibiendo dinero para supuestamente financiar la campaña política de Morena en el estado de Chiapas.
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¿Cómo decirle al pueblo mexicano que se porte bien y esperar una respuesta positiva? Sin embargo, AMLO elige la opción pacífica de pactar con grupos criminales bajo la excusa de evitar derramamiento de sangre.
Que no nos venga con cuentos, necesitamos un presidente de verdad que pueda enfrentar adversidades y sacar al país del hoyo en el que estamos, no un payaso con discursos pausados y circos mediáticos mañaneros.
SG
