AMLO, ¿Hace la guerra contra sí mismo?

Andrés Manuel López Obrador dice estar preparado para la “guerra sucia”.

Luego de la difusión de un video supuestamente editado para hacerlo lucir “en estado de ebriedad”, el tabasqueño acusó una campaña “del PRIAN” en su contra y afirmó que cuenta con los “principios y convicciones” para “salir de la calumnia”.

Pero aunque el líder de Morena dice estar curtido y blindado frente a los ataques de “la mafia del poder”, puede ser que enfrente una amenaza igual o más terrible contra la que tal vez no tenga defensa: él mismo.

Y es que al parecer el propio López Obrador podría haber revelado una nueva inconsistencia en su declaración patrimonial.

De acuerdo con el periódico El financiero, el tabasqueño vendió uno de los dos departamentos que, según The Wall Street Journal, omitió en su declaración 3 de 3 y que —posteriormente— dijo haber donado a sus hijos.

Tras revisar los documentos anexos a la demanda entablada por López Obrador en contra de The Wall Street Journal —publicados por el propio tabasqueño en su página oficial—, El Financiero afirma que uno de los dos departamentos en cuestión fue vendido en 2005 por la cantidad de 780 mil pesos.

La publicación detalla que López Obrador habría entregado la mitad de esa cantidad a sus hijos, esto debido a que a ellos les correspondía el 50 por ciento de la propiedad tras la muerte de la  esposa del líder de Morena. Como dos de sus hijos eran menores de edad, el tabasqueño habría tenido que recurrir a un juicio en el que se determinó que la mitad del monto de la transacción tendría que ser depositada a sus hijos.

Según El financiero, López entregó a su hijo mayor 112 mil 428 pesos en efectivo, mientras que a los dos menores de edad les depositó la misma cantidad en una cuenta bancaria para que pudieran disponer de ella al ser mayores. En cuanto a la otra mitad del dinero, no existen documentos que acrediten alguna transacción por lo que —según el diario— fue el propio López Obrador quien se lo quedó.

De confirmarse esta información, el golpe a la credibilidad de López Obrador no llegaría por parte de ninguno de sus opositores; sería él mismo quien “se habría echado de cabeza” al difundir la información en su página de internet.

Entonces, ¿Saldrá otra vez el tabasqueño a hacer aclaraciones?

Y es que, además de este “autogol”, es el mismo tabasqueño quien atenta contra su credibilidad al ocultar información que, aunque desmiente su imagen de austeridad, no constituye ningún delito.