Durante el Grito de Independencia de este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebró la identidad y la libertad de los mexicanos, recitando las mismas arengas que año con año se gritan desde el balcón de Palacio Nacional.
Sin embargo, en este año, AMLO añadió una arenga dedicada a los “hermanos migrantes”, término con el cual el mandatario se ha referido a este grupo siempre. Durante los 18 “vivas” que el presidente gritó, hacia el final integró la consigna “¡Qué vivan nuestros hermanos migrantes!”.
Este grito habría significado algo positivo si el gobierno de AMLO no tuviera uno de los índices más altos de violencia, racismo y discriminación en contra de los migrantes, grupo que en este sexenio ha denunciado en múltiples ocasiones la brutalidad del gobierno en contra de ellos.
El gobierno de AMLO y los migrantes
Desde que López Obrador tomó posesión del gobierno mexicano se vendió como un defensor de las causas sociales, prometiendo que durante su gestión se iban a hacer las cosas bien con los llamados grupos vulnerables.
Sin embargo, es todo lo contrario, pues se tiene registro que durante su mandato se ha capturado una cifra récord de personas migrantes, quienes han tenido que sufrir abusos de parte del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional.
Estos organismos han agredido físicamente e incluso extorsionado a las personas migrantes que cruzan a México por la frontera sur con rumbo a los Estados Unidos. Sin embargo, uno de los casos más lamentables fue el incendio de la estación provisional migratoria de Ciudad Juárez.
Este hecho ocurrió el pasado 27 de marzo y dejó como saldo 40 personas migrantes fallecidas, mientras otras 27 resultaron heridas. Tras esto, AMLO culpó a los propios migrantes del incendio, pues aseguró que el fuego comenzó por la quema de colchones en forma de protesta que hicieron los migrantes.
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