En días pasados, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de una nueva aerolínea. Lo que no dijo es que piensa dejar esta empresa “gansito” en manos de Salvador Alvarez, cuya empresa, Altán Redes, está al borde de la quiebra.
Altán Redes es la empresa que maneja la red compartida con la que el gobierno de López Obrador trabaja para supuestamente llevar internet gratuito a todos los rincones del país.
Solo que esta empresa enfrenta problemas financieros tan graves, que su director general y principal accionista, Salvador Alvarez, solicitó el pasado 14 de julio iniciar un proceso de concurso mercantil en un intento por evitar la quiebra.
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Como parte de este proceso, Altán Redes tendría que negociar con sus principales acreedores, entre los que se encuentran empresas poderosas del ramo de las telecomunicaciones, como Nokia y Huawei.
Altán Redes tiene una concesión por 20 años para desarrollar y operar La Red Compartida. Y en la actual administración, tiene un contrato con la CFE para cubrir con internet al 92.2 por ciento de la población en el 2024, meta que no se logrará.
López Obrador pretende crear una aerolínea de carga a partir de los restos de Mexicana de Aviación mediante un esquema de inversión pública y privada. Y al principal inversionista que tiene en la cabeza es a Salvador Alvarez, a pesar de que su empresa está al borde de la quiebra.
