AMLO debería ser destituido por su manifiesta incapacidad para ser presidente: Sergio Negrete

Mientras la crisis aumenta, López Obrador se escuda armando todo un show y mostrando los lujos que implicaba el avión presidencial y de los millones de pesos que costaba operarlo

Especial

Antes de que diera comienzo la crisis de la pandemia del COVID-19 en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador no quería que los temas de inseguridad, feminicidios y economía “opacaran”, la que creía él, exitosa rifa del avión presidencial. 

Ahora, cuando el problema más importante en resolver es la pandemia, el presidente se niega a aceptar la crisis, oculta información o simplemente ignora las preguntas… ¿con qué? con el tema del avión presidencial.

Esta semana, no solo los números de contagios de COVID-19 siguieron creciendo, también una tormenta (Hanna) causo severos daños en los estados del norte del país, y si fuera poco, la violencia sigue creciendo. ¿Qué hizo el presidente? Pidió que por favor, las preguntas de su mañanera se centraran únicamente en su obsesión: la rifa.

Por esta, y por muchas razones más, “López Obrador debería ser destituido por su manifiesta incapacidad para ser Presidente de México“, como bien señala Sergio Negrete Cárdenas, en su columna publicada en El Financiero.

Y es que mientras los muertos aumentan, el mandatario tabasqueño se escuda armando todo un show y mostrando los lujos que implicaba el avión presidencial y de los millones de pesos que costaba operarlo. Asimismo, sus funcionarios presumen los cientos de millones ahorrados gracias a esa “extraordinaria austeridad”.

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Pero como bien se señala en la columna, el problema es que en el mismo periodo que AMLO dejó de usar el avión, Petróleos Mexicanos perdió casi 1.3 billones (12 ceros) de pesos, lo suficiente para operar el aparato durante 8,783 años. Pero, obviamente esto no lo dicen, y solo se dedican a atacar a los gobiernos anteriores, agarrando a ex funcionarios para “obtener información” y después dejarlos libres.

En fin, desgraciadamente el presidente no lleva ni la mitad de su sexenio, y la pesadilla está lejos por acabarse, pues “van 20 meses y faltan 50 para que este gobierno concluya” porque al tener al Congreso bajo su puño, no hay precedentes históricos que sirvan de guía ante tal grado de ineptitud.