El presidente Andrés Manuel López Obrador le echó la culpa a la crisis económica mundial por el fracaso de Gas Bienestar.
Con este proyecto, el Gobierno Federal pretendía manejar los precios del gas LP para venderlo más barato y así apoyar a las comunidades más pobres.
Sin embargo, ha pasado un año desde que inició operaciones y Gas Bienestar sólo ha podido repartir cilindros de este energético en siete de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, sin alguna señal de llegar al interior de la República.
Esta semana se dio a conocer que los costos de esta gasera del Estado subieron un 11 por ciento, debido principalmente a los altos precios de los energéticos a nivel global.
Es decir, el cilindro de 20 kilos que vende Gas Bienestar presentó un alza anual de 12.5 por ciento (450 pesos), mientras que el de 30 kilos aumentó 11.7 por ciento (669.9 pesos).
Ante ello, el mandatario tabasqueño justificó que Petróleos Mexicanos (Pemex) ya tenía todo el plan para continuar impulsado este programa, pero que la crisis mundial la frenó.
Aseguró que ya demostró “que funciona” y que era cuestión de ir avanzando poco a poco, “si se ampliara el programa de Gas Bienestar, se ayuda a más gente”.
Sin embargo, reiteró que debido a la crisis ocasionada por la invasión de Rusia a Ucrania no pudo avanzar.
Con información de El universal y Proceso
MSA
