Tras la polémica sobre el apagón de finales de diciembre en nuestro país, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ha reconocido que el oficio que presentó para justificar la falla en la red es falso; sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, no sentenció el caso e hizo caso omiso a las exigencias por castigar a los responsables.
El 29 de diciembre, un día después del corte eléctrico, que dejó sin luz a más de 10 millones de personas, la paraestatal informó que un incendio en un pastizal en Tamaulipas había originado el problema. Como prueba, la compañía presentó un supuesto oficio de la coordinación de Protección Civil del Estado. Pero ahora, la propia CFE reconoce que el oficio es falso, “apócrifo”, según un comunicado divulgado este martes.
Tras darse a conocer que la garrafal mentira, AMLO aseguró que era “bueno” que la CFE reconociera que presentó un documento falso de Protección Civil de Tamaulipas. Pero no detalló alguna investigación en contra de su tocayo Manuel Bartlett. Dejando entrever el nepotismo que impera dentro de la mal llamada Cuarta Transformación.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), la falsificación de un documento se considera un delito, misma que se puede castigar desde 6 meses hasta 7 años de prisión. Sin embargo, en un país en donde impera la demagogia y la ineptitud de un autoritarista como López Obrador, los implicados en este hecho no serán castigados.
Desde antes de llegar AMLO al poder, su discurso populachero abanderaba cero tolerancia a la corrupción, sin embargo, la realidad es muy diferente, ya que dicho ilícito que tanto mencionaba erradicaría, es más evidente en su gobierno.
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Ha decidido ir en contra de los expresidente, servidores públicos, personajes claves con ciertos nexos en la política. Pero, ¿qué pasa con sus allegados? Nos referimos a su hermano Pío López Obrador; Felipa, su prima y sus contratos en Pemex; Bartlett y sus corruptelas dentro de la CFE y todo el emporio que ha construido; sus hijos que se han estado enriqueciendo a costa del pueblo; López-Gatell y el deplorable trabajo que ha hecho ante la pandemia y sus vacaciones que se da.
Cabe mencionar, que pese al sinfín de pruebas que hay en contra de los funcionarios que han incurrido en algún acto de corrupción, AMLO sigue dando la cara por ellos. El apagón de la CFE, fue más que eso, fue un apagón al gobierno de AMLO que evidenció el gran problema de corrupción que tenemos ante nuestros ojos y que se llama 4T.
SG
