El presidente Andrés Manuel López Obrador busca seguir ejerciendo el poder más allá de su mandato, que concluye legalmente el 31 de septiembre del 2024, mediante la lealtad transexenal de un sector de las Fuerzas Armadas.
En días pasados López Obrador anunció que las Fuerzas Armadas serán las encargadas de administrar el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, el Tren Maya y varios aeropuertos estatales, además de otros proyectos clave que serán desarrollados durante su gobierno.
El argumento del primer mandatario para justificar esta decisión es blindar sus obras faraónicas, o al menos dos de ellas, para evitar que si llega un gobierno de un partido distinto al suyo, las privatice.
Lo que está diciendo con esto López Obrador es que al poner en manos del Ejército la administración del Tren Maya y del AIFA ningún gobierno posterior al suyo se atreverá a meterles mano, pues nadie querrá entrar en contradicción con los mandos militares.
Con esta decisión, López Obrador hará que el Tren Maya, el AIFA, los aeropuertos de Tulum, Chetumal y Palenque, además del complejo del Istmo de Tehuantepec y los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, entre otras obras, se conviertan en cuotas de poder para un sector del Ejército y de la Marina.
La idea de López Obrador es que los altos mandos militares y de la Armada que se vean beneficiados al participar en la empresa que será creada para administrar todos estos proyectos, mantendrán una lealtad vitalicia hacia su persona, aún después de que entregue la Presidencia de la República.
Con un sector de las Fuerzas Armadas de su lado, López Obrador podría seguir influyendo de manera importante en la vida nacional desde su hamaca en el rancho ‘La Chingada‘, una vez que termine su sexenio, sin importar quién sea su sucesor.
Se trata de un asunto delicado al que no se le ha puesto la atención que amerita. Sería muy grave que el sucesor de López Obrador, sea de su mismo partido o de otro, tuviera que lidiar con un sector de las Fuerzas Armadas que le guarde lealtad al tabasqueño por los beneficios obtenidos durante su gobierno.
Es un hecho que una vez que un sector de la milicia tome el control de las obras faraónicas de López Obrador, no lo querrá soltar, aunque no esté entre las funciones de las Fuerzas Armadas administrar empresas públicas.
Si, al dejar en manos de militares el control de los puertos, de las aduanas, de la migración, de la seguridad pública, y en breve de las empresas faraónicas, López Obrador busca comprar una lealtad vitalicia.
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¿Pero hasta dónde podría llegar una lealtad transexenal de un sector de las Fuerzas Armadas empoderado y además adoctrinado por la narrativa nacionalista que apunta hacia satanizar a la iniciativa privada?
¿Se atrevería López Obrador a fraguar un Golpe de Estado si el gobierno que suceda al suyo no es de su agrado? La idea no es descabellada. Ya lo intentó en diciembre del 2006, cuando ordenó a los diputados y senadores del PRD que impidieran por la fuerza la toma de posesión de Felipe Calderón, para crear así una crisis constitucional que llevara a la convocatoria de nuevas elecciones.
La pregunta es: ¿Hasta dónde llegaría la lealtad vitalicia hacia López Obrador de esos altos mandos militares que ahora gozan y que en breve gozarán aún más del empoderamiento que les dio el presidente?
OFF THE RECORD
**FÓSIL DEL DÍA
Con el gran oso de López Obrador ante el Consejo de Seguridad de la ONU, pasó casi inadvertido el hecho de que el pasado martes, durante la Cumbre COP26 que se lleva a cabo en Escocia, México recibió el segundo lugar del premio Fósil del Día.
Esta nada honrosa distinción es otorgada por el colectivo Climate Action Network (Red de Acción por el Clima), que agrupa a más de mil 500 organizaciones de la sociedad civil.
Los acreedores al premio son los países que aún privilegian el uso de combustibles fósiles.
El gobierno de López Obrador es tan mediocre, que ni en eso pudo obtener el primer lugar. Se tuvo que conformar con el segundo sitio.
**RÉMORA LASTIMADA
Morena le juega al vivo al no considerar ni a sus rémoras en la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año.
El dictamen del PEF 2022 contempla un incremento de solo el 3.2 por ciento en las participaciones federales para San Luis Potosí, gobernado por Ricardo Gallardo Cardona, abanderado del PVEM.
Morena no debe olvidar que el PVEM se vende al mejor postor. Y si encuentra uno mejor…
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