AMLO acusó fraude electoral en triunfo de Martha Éricka; hoy se lava las manos en “Ley Bonilla”

Ocho meses después de la elección de Alonso, la visión de AMLO cambió completamente, y parece que con su silencio respalda la llamada "Ley Bonilla"

En diciembre pasado, justo cuando se consumó la victoria de Martha Érika Alonso como gobernadora de Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador no tuvo recato y denunció que en dicha elección hubo “fraude electoral”.

Incluso, el político tabasqueño llegó al extremo de decir que no se reuniría con la difunta política pues “sería imprudente” por la situación que prevalecía, en ese momento, dentro de la entidad. 

“Para que no se vaya a malinterpretar, no voy a ir en estos días a Puebla por la situación que prevalece, no sería prudente. Además, yo estoy asistiendo a actos públicos y no es lo más recomendable el que públicamente me acompañe o yo la acompañe o que yo vaya solo. Entonces, vamos a esperar. Vamos a esperar a ver qué pasa”, consideró el político tabasqueño.

Asimismo, el titular del Ejecutivo cargo en contra del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), porque se había integrado en el “viejo régimen” y con la “típica maniobra antidemocrática de respetar la Constitución y las leyes en la forma para violarla en el fondo”.

Por otro lado, AMLO remarcó que durante su administración desaparecerían ese tipo de prácticas “antidemocráticas” y para combatir el fraude electoral se impulsaría una iniciativa que lo convertiría en delito grave.

La contradicción de AMLO con Jaime Bonilla

Ocho meses después la visión de AMLO cambió completamente, ya que la ampliación de mandato, de dos a cinco años, que aprobó el Congreso de Baja California — que en teoría es ilegal y beneficiará al gobernador electo de Morena Jaime Bonilla—, es un asunto que no le compete.

Ya que en reiteradas ocasiones el político tabasqueño ha mantenido su postura de no opinar sobre la llamada “Ley Bonilla”, ya que desde su perspectiva solo buscan involucrarlo en dicho asunto, con la intención de “echarle la culpa de todo”.  

“Lo único que quisiera es que no me involucraran en este asunto, porque buscan echarme la culpa de todo. Ya les dije, no tuve nada que ver, ya no es el tiempo de antes en que estas decisiones las tomaban desde arriba”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa de este miércoles. 

Cabe señalar, que la noche del martes 23 de julio, en sesión a puerta cerrada, el Congreso bajacaliforniano validó la reforma con la que se amplía el periodo de mandato. A pesar de la inconformidad de varios legisladores por la manera en que se convocó a la extraordinaria. 

Ante la negativa de tomar partido de esta situación, AMLO se ha escudado diciendo que la medida fue aprobada por todos los partidos del Congreso de dicha entidad, “empezando por el PAN”; que curiosamente contaba con la mayor representación. 

En este último punto el titular del Ejecutivo tiene razón, ya que los legisladores de Baja California aprobaron por unanimidad tal modificación a su Carta Magna.

Sin embargo, López Obrador no puede seguir soslayando esta problemática, que sienta un precedente preocupante —sin dejar de mencionar que beneficia a un representante del partido oficial— ya que un futuro cercano cualquier otro funcionario se podría favorecer con una reforma similar.