El ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, cambió de opinión con respecto al conflicto de guerra que azota a la nación desde hace 52 años.
En una plenaria del Senado el ex mandatario comentó que es necesario un pacto nacional incluyente que no afecte los valores democráticos, y por este motivo no negó la posibilidad de reunirse con los representantes de las FARC y del gobierno de Juan Manuel Santos para llegar a nuevos acuerdos.
Las declaraciones de Uribe se dan a menos de un mes de que los votantes colombianos rechazaran el acuerdo de paz, en parte gracias a la campaña engañosa que Uribe promovió antes de la decisión, en la que acusaba al presidente de ofrecer amnistía a los criminales de guerra.
Ahora el ex mandatario aparentemente promueve el diálogo quizá porque se dio cuenta de que el “no”, además de afectar al país, afectó su proyección internacional.
¿O acaso el Nobel de la Paz que ganó Santos lo hizo entrar en razón?
